Memorias de un desconcierto

Memorias de un desconcierto

viernes, 27 de junio de 2014

Breve

El beso abrió una grieta en mis labios resecos. Un pequeño torrente de sangre regó este espacio de mi cuerpo agostado por la sequía. Mi labio quedó tallado en dos, separado por el surco rojo que volcaba sobre mi camisa gotas en forma de rubíes.

Con un trozo de papel de fumar intenté contener ese reguero.

Ella me miraba con su rostro medio cubierto por su cabello. Un solo ojo cual cíclope, una melena cual medusa. Un ser tal vez terrible, seguramente fantástico, sin ninguna duda poderosa. Su pelo ondulaba por la brisa y la hacía bella. Mi papel intentaba alejarse de mí, pero no lo conseguía, enganchado a mi labio por la sangre seca.

No hubo tiempo para más. La historia apenas es esto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario