Memorias de un desconcierto

Memorias de un desconcierto

miércoles, 15 de enero de 2014

Depilación

El enfermo con pronóstico grave tenía hecha las ingles a la brasileña. Lejos de aquellas folclóricas expresiones como donde hay pelo hay alegría o el hombre como el oso, mientras más pelo más hermoso, el enfermo, que lo llamaré Batman para no dar su auténtica identidad, tenía todo el cuerpo depilado en su justa medida, dejando algo de pelo en algunas zonas para no dar una apariencia demasiado infantil. Yo una vez intenté afeitarme los pelos de la barriga, esta es una confesión que hago oculto en el anonimato de mi persona, me podéis llamar Spiderman. Lo único que fue fácil de todo aquel proceso fue el enjabonarme la barriga, todo lo demás fue una tortura. Con el contorno del ombligo parecía que me hacía el hara-kiri dada la forma en que cogía la cuchilla de afeitar. Lo peor fue cuando, ya cansado de estar de pie, se me ocurrió sentarme. La barriga cogió la forma acordeón y los numerosos pliegues hicieron que acabase con un diseño bastante afro. Quedé muy harto y al final la mejor solución fue dejar de ir a la playa una temporada larga mientras esperaba que todo aquel destrozo se uniformara. Fue por aquella época cuando me aficioné a los mercadillos de segunda mano y de coleccionista. Iba a la búsqueda de la cosa más exótica que hubiera allí y la encontré, una colección de cromos de los diputados del 82, aquella que ganó Felipe González. Con una tuerca, a falta de tornillo, enganché el álbum a la pared de la cocina y así, mientras por la mañana me tomaba mi tazón de leche, repasaba tan soberbia plantilla, ¡¡lo buenos que eran driblando en el juego y lanzando balones fuera!!. Un día se desenroscó la tuerca y calló al suelo como desarmado, todo él despanzurrado y mezclando los jugadores de los diversos partidos. Era incapaz de adivinar adonde iba cada cual y con una moneda de dolar, que también me compré en uno de esos mercadillos, dejé que fuesen los yanquis quienes los fuese colocando. Día dos de Noche Vieja.

No hay comentarios:

Publicar un comentario